
Por la calle arriba vienen
en desfile los Ataos,
deslumbra con su blancor
el grave y hermoso gallo
al que todo el mundo mira
con asombro y encantado
por mostrar preciosa estampa
cual si fuera un soberano.
¿Qué tendrá de misteriosa
la figura de este gallo?
¿Qué secreto guardará
su ademán tan mayestático?
¿Qué prodigio expandirá
cuando asido de la mano
presidiendo va el desfile
en que marchan los Ataos?
¿Quién me dirá la respuesta
para aquí poder cantado?
Al unísono responde
el cuartel de los Ataos:
«Pa tener un gallo así
es precIso y necesano
grandes dosis de paciencia,
mucho cariño en el trato
y al cantar las cuartel eras
bien tenerlo acostumbrado.»
Así de sencillo es
el misterio no desvelado
del gallo que representa
al cuartel de los Ataos
que un día 10 contemplara
por las calles desfilando
mayestático y sereno
cual si fuera un soberano.
ANTONIO ROMÁN AMIL
9-II-09