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El acogimiento por parte de "Los Ataos" a las Potencias tras la caída del Cuartel, quedó reflejado en esta poesía que tomó forma a partir de dos estampas mananteras vividas por las dos Corporaciones: el sentimiento de los Hermanos más veteranos en la Corporación tras el derrumbe y el contraste de la alegría al ver el Cuartel levantado de nuevo y el Alondras cantado por las dos Corporaciones en la calle Horno, provocando también ese contraste entre la alegría de volver a nuestro Cuartel y la tristeza de no seguir compartiendo momentos tan especiales con quienes nos habían acogido como Hermanos de su Corporación, con todo lo que conlleva la palabra Hermanos. Gracias, Ataos

Jueves santo, la tierra se estremeció,
lloraron, las medallas
de plata y oro, las lágrimas
y los más jóvenes sin ilusión.
Mas pasajero fue todo
pues se ha levantado de nuevo con tesón.
Qué esfuerzo hermanos el de esta comisión
que se creó en dia aciago
pero que ha buen puerto nos ha llevado,
trabajando sin desfallecer y con pasión.
Gracias hermanos,
pues habéis hecho más que un cuartel,
habéis conseguido que en milagros volvamos a creer.
Escuché una vez que las cuarteleras
no se canten en la calle, sino en el cuartel,
pero yo digo, que un alondras
esquina horno con Veracruz, de veras
dos corporaciones señeras
Ataos y Potencias.
Por techo las estrellas,
por paredes mi pueblo pontano,
por puertas las callejuelas,
las ventanas y balcones, por cuadros.
De veras, dime si eso no es un cuartel
que no echamos de menos, ni una pared,
y pensad en como vamos a responder
al calor que nos dieron, hermanos
los vecinos de enfrente, los ataos
en este exilio que hemos pasado.
Y para los reacios, entendimiento
que no hay nada más bonito en la mananta
que simplemente ser manantero
y demostrar a nuestro Nazareno
que somos capaces de ser hermanos
sin distinciones, del mundo entero.


FRANCISCO JOSÉ PEREA ALMEDA