Llegada la hora de siempre todos los hermanos, acudimos al cuartel para celebrar este ultimo sábado de cuaresma, con la misma ilusión e intensidad que todos los anteriores.

Esta noche durante las tapas nos acompaño la manantera ejemplar con su Hija, para disfrutar de un rato de hermandad. Donde también desfilo con el Gallo por el cuartel.

 

Legada la hora de la subida al calvario, esta se realizó magníficamente, con un gran número de hermanos.

 

Durante la bajada, y como viene siendo habitual, bajamos al cuartel del Imperio Romano, acompañados de algunos hermanos de los romanos.

 

Allí en su cuartel, tomamos una copita con nuestros hermanos romanos, tras esta tradicional visita, volvimos al cuartel donde tras la lectura del evangelio por el hermano Francisco José Membiela, vivimos una noche digna para el recuerdo.